• Carlos Molina
  • Cultura
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Es sin duda la Semana Santa la manifestación religiosa cultural que más define la identidad del ser lojeño. Una tradición arraigada y modelado a lo largo de la vida de una ciudad que siempre ha aparecido en la encrucijada de diferentes hitos históricos que la han modelado. Ya decían de ella que es una medida representación orquestada milimétricamente para despertar la fe  en el Nazareno de una población incrédula. Y en ello se encuentra hoy en día el cofrade lojeño, viviendo ya una amalgama de actos que queman los días de Cuaresma de cara a la llegada de la denominada Semana Mayor.

La Agrupación de Hermandades y Cofradías fue la encargada de dar el pistoletazo de salida a los actos con el pregón oficial a cargo de José Moya Flores. El que fuera presidente de la Agrupación desgranó su experiencia y enfatizó en la necesidad de seguir apostando por nuevos objetivos dentro de la unidad de todos. En ese mismo acto se le entregó la Naveta de Honor a Antonio Julio Pérez, actual póstor de Jesús Preso, se presentó el cartel oficial de la Semana Santa y la revista El Incensario. También se pudo ver el video promocional realizado por el Área de Turismo y obra del lojeño Javier Olid.

La Cofradía de Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto y Nuestra Señora de la Esperanza ha sido la primera hermandad en organizar sus actos. El triduo de la cofradía del Martes Santo contó con la presentación de la restauración de su titular cristífero y del ángel que lo acompaña. En esos tres días se contó con una ofrenda floral, un besamanos y una jornada de exaltación de la saeta.

También en ese fin de semana tuvo lugar el besapié en honor a Nuestro Padre Jesús Preso en la Capilla de la Sangre en el Barrio San Francisco. El titular de la Real Cofradía se mostraba en un bello altar con su túnica adamascada.

Ya más adelante Jesús Nazareno también fue expuesto en devoto besapié en el Mesón de Arroyo. El patrón de todos los lojeños lució luminosos ante muchos devotos que no dudaron en acercarse a verlo en su ermita.

La Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas organizó su Misa en honor a su titular en la Iglesia de la Encarnación. La obra de Domingo Sánchez Mesa lució por primera vez en un acto cofrade con Simón de Cirene.

Además de los eventos meramente religiosos, las hermandades también buscan actividades para recaudar fondos para sus respectivos objetivos presentes o futuros. Es el caso de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén, Ecce Homo y María Santísima de la Luz que este reciente domingo organizó la III Huevofritá en el Pabellón Municipal de la Avenida Rafael Pérez del Álamo. En él se contó, además del tradicional almuerzo de huevos con patatas, con juegos cofrades infantiles, los conciertos de la Banda Flor Entre Espinas y Banda Música de Loja y un original concurso de tambores a cargo del percusionista lojeño, José Antonio Rojano.

También ese mismo domingo, y con esta misma idea, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto y Nuestra Señora de la Esperanza organizó la I Convivencia Cofrade Musical en la Plaza de Santa Catalina. Allí se contó con la participación de la Banda Amigos de la Música de Huétor Tájar, la Banda Flor Entre Espinas y Banda Cristo de la Redención de Granada. También colaboraron los tambores propios de la cofradía, Lourdes Martín y el guitarrista Kiki Corpas.

 

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