LIDIA TORRES ENTRENA
El pasado 26 de marzo, se celebró en Villanueva Mesía la I Marcha Solidaria por la Igualdad, con el fin de recaudar fondos para la asociación española contra el cáncer de mama. Todos l@s malen@s que participaron pagaron 8€, en el que se incluía una camiseta y además una consumición gratis en cualquier bar de la localidad. Con mas de 450 inscritos se consiguió recaudar 3700€ que serán donados íntegramente a dicha asociación. La ruta de esta marcha, fue alrededor del pueblo. Se recorrieron tres kilómetros, un recorrido corto para que todos los vecinos, niños y adultos, pudieran colaborar. La salida y la meta fueron en el Parque del Genil. Al finalizar la carrera, hubo una sesión de zumba a cargo de Silvia Lozano.
Opinión…
Hagas lo que hagas, todo, aunque no lo creas, está regido por la sociedad.
Cómo actúas, como debes ser, como te tratan, etc. TODO. Esto es para algunos lo más normal y lo mejor para establecer una sociedad con posibilidad de realizarse todo, pero con algo de restricción.
Para mí, esa forma de controlarnos, porque es lo que hacen, es horrible, nos arrebata cualquier oportunidad de libertad, si es que eso existe.
Si aún no me creéis os pondré varios ejemplos.
El comportamiento. Es algo que se enseña diferente dependiendo de si eres hombre o mujer. El ser o no ser buen educado depende de tu sexo.
La “Clasificación”. Este es el más irónico. Nos colocamos en distintos estatus. Todo esto lo define el físico, la popularidad, el nivel de ignorancia y muchas cosas más. Alabamos al tonto mientras el inteligente sufre bullying o es acosado.
Las sombras. Somos la sombra de todo. Siempre estamos detrás y/o debajo. Nos utilizan. Hacen lo que quieren con nosotros.
El deber y el querer. ¿Puedo hacer algo que quiero, pero que no está bien visto en la sociedad actual? No, no puedes. Hace poco leí una mini historia del libro “Los seres que me llenan” de Mikel Izal. Esa mini historia se llamaba “La norma”. Y aquí va dicha norma:
“Aunque yo sea una persona libre en total posesión de mis facultades tanto físicas como mentales, aunque desde lo más profundo de mis entrañas desee con todas mis fuerzas mantener una relación sexual con el ser humano que tengo delante, aunque el sujeto en cuestión se encuentre en la misma posición y desee lo mismo que yo, no haremos nada de lo que deseamos ambos por el mero hecho de tratarse de la primera cita.” Contaba cómo la mujer para sentirse bien se veía obligada a renunciar a lo que quería por sus creencias o por cómo sería vista desde fuera. El fino: “soy una señorita” y el grosero: “no soy una puta”.
¿Elijo o elijen? A la hora de decidir que queremos hacer el resto de nuestra vida cuando solamente tenemos 16 años y las hormonas alteradas no ayuda en absoluto. ¿Qué sé yo si dentro de un año voy a querer ser arquitecta de naves espaciales en el Sur de Asia, o si simplemente voy a querer ser feliz? Eso solo ayuda a que estemos más pendientes de eso y no de lo demás, que me temo que es más y peor.
Bueno y si aún no me creéis, supongo que sois ese tipo de ignorantes. Hoy en día creo recordar que se llaman “gente normal”.
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