Medio centenar de mujeres de distintos municipios del Poniente han participado en un curso de yoga para embarazadas y post parto, organizado por la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento hueteño, cuya octava edición se acaba de clausurar esta semana.
Durante diez meses, todas ellas han aprendido a comprender su proceso de embarazo, tanto a nivel físico como emocional, al tiempo que se han preparado de forma consciente para el parto, la lactancia y la maternidad a través del ejercicio físico y mental.
Como explica el concejal de Deportes hueteño, Jorge Moreno, en cada edición del curso de yoga para embarazadas ha ido aumentando el número de participantes en él. “esta actividad sirve para que las mujeres tomen conciencia de su nuevo cuerpo durante el embarazo, además de ayudarles a vivir los cambios físicos y psicológicos que éste supone y prepararlas para el parto” señala el edil.
Sala de usos múltiples
El curso de yoga para embarazadas se ha celebrado en la sala de usos múltiples del complejo deportivo de Huétor Tájar, y la encargada de impartirlo ha sido Ana Mª Jiménez López, monitora del complejo deportivo municipal.
El conocimiento y la práctica de los ejercicios concretos que preparan a la mujer para el alumbramiento; el aprendizaje de los diferentes tipos de respiración que ayudan a centrarse en el momento de las contracciones, así como la práctica de la relajación son algunas de las materias que se han abordado en este curso, que ayuda a la mujer a enfrentarse al proceso del parto con mayor tranquilidad y seguridad en sí misma.
En los ocho años que se lleva impartiendo este curso, casi 300 mujeres de municipios como Huétor Tájar, Loja, Villanueva Mesía, Salar, Íllora, Montefrío o Ventorros de San José se han preparado para el parto gracias a esta actividad, gracias a la cual ha surgido, además, una Asociación de Apoyo a la Lactancia.
Esta disciplina aporta grandes beneficios a las mujeres encintas, como mejorar la oxigenación de la sangre y del niño, aumentar la elasticidad de la franja muscular del periné; aprender estiramientos, beneficiosos para la preparación al parto, y mejorar la relajación y la digestión.
Ana Mª Jiménez señala que el yoga “es una vuelta hacia adentro, para conectar con nosotras mismas y, en este caso, para conectar también con el bebé, creando un vínculo maravilloso madre-hijo que durará toda la vida. Ese vínculo hace niños más seguros de sí mismos, tranquilos, libres, felices, y con más autoestima”.
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