Concluye la temporada regular en uno de los años en los que la Tercera División ha presentado una mayor competitividad. Arrancábamos la temporada confirmando los descensos de equipos históricos como el Real Jaén, el Linares o el Mancha Real, pero la cosa se complicaba más si se le sumaban estos conjuntos al resto de gallitos que conformaban el grupo noveno. Ya por aquellos primeros compases de verano conocíamos como Martos, Vélez, El Palo, Motril o Antequera comenzaban a confeccionar plantillas para luchar de lleno por colarse entre los cuatro primeros y consecuentemente disputar liga de ascenso. Con ese panorama comenzaban a establecer sus objetivos nuestros representantes del Poniente. El CD Húetor Tájar continuó la senda ambiciosa que el año pasado le llevó a estar entre los más destacados. Este año el mérito del equipo amarillo ha sido mucho más, si se me permite, que el año pasado, ya que basta con analizar a los compañeros de baile para valorar mucho más a este equipo que ha estado hasta la última jornada luchando por estar en la zona de confort. El Loja CD por su parte comenzaba la temporada adelantando que esta sería una temporada de transición. Un año en el que conjunto lojeño estableció una reducción de presupuesto para recortar sustancialmente la deuda acumulada años atrás e ir moldeando una plantilla joven y con mucho futuro.
Se puede decir que ambos han cumplido sus objetivos. Es cierto que el Húetor no está actualmente disputando fase de ascenso, pero esto no quita ni un ápice de mérito a lo que han conseguido. Insisto, este es el año más difícil e los que se recuerden para competir y el equipo de Germán Crespo ha competido hasta el último segundo. Un último segundo que no dependía de ellos ya que por ese momento la guerra se libraba en el homónimo Huétor Vega. Ya saben las declaraciones del técnico hueteño, de Tájar, condenando lo que a su juicio era un “amaño de partido para pactar el empate” y que consecuentemente beneficiaba a los dos equipos. Uno descendía pero como quinto por la cola (no sé si esto le servirá de algo porque aún así está difícil, casi imposible, que continúen en Tercera) y el otro se garantizaba ser tercero matemáticamente. Esto quedará en el anecdotario negativo de la temporada y evidentemente este presunto pacto que desveló Crespo no será olvidado por la hinchada y plantilla hueteña.
El Loja también ha cumplido su objetivo, y además con creces. Parecía a tenor de lo visto en las primeras jornadas que el sufrimiento se instalaría en el Medina Lauxa hasta los últimos suspiros de la liga, pero no fue así. Es verdad que pelear por cotas más altas se antojaba casi un sueño de verano, pero la cara no la perdieron los pupilos de Diego Delgado ni un solo momento. Esta temporada también será recordada por el tres a cero al Malagueño, la mayor goleada de la temporada para el líder, la victoria ante el Antequera, Linares, El Palo… en definitiva contra equipos que superaban cuantiosamente en presupuesto e intenciones al Loja. La idea era estar tranquilos, se apuntaba desde la finalización del año pasado, y si que lo han estado todo el año. Sobre todo este año, el 2018. Entre las últimas del pasado y las primeras de este el equipo goleó semana sí y semana también y poco a poco fue dejando atrás a otros aspirantes a liguilla. Acaba el año noveno y con la sensación de propios y extraños de que esta ha sido, a pesar de todo, una temporada para enmarcar.
Ya todo, o casi todo, se olvida. Ya hay que mirar hacia delante. Plantear renovaciones, fichajes, proyectos, objetivos, un largo etcétera que se suele poner sobre la mesa a principio del mes de junio, o si me apuras a finales de mayo como es el caso. Comienza un periodo ilusionante en el que esperemos acierten nuestros representantes comarcales, para que el año que viene el Poniente suene con la fuerza que se merece en Tercera. Un grupo por cierto donde cada vez van quedando menos equipos granadinos. Digo yo que el mérito de nuestros conjuntos tendrá que valorarse muy positivamente.
Deja una respuesta