En esta publicación este zagreño afincado en Navarra recuerda anécdotas y parajes antiguos de la localidad y homenajea a vecinos ilustres del pueblo
José Pérez Mateos nació el Zagra allá por 1932. Aunque buena parte de subida la ha hecho en Navarra, más de cincuenta años, él siempre se ha considerado un zagreño más. “Mis recuerdos son de mi pueblo, de mis calles y de mi gente”, decía José durante la presentación de su libro «Zagra, con el corazón en el recuerdo». La publicación recorre los entresijos más autóctonos de la localidad. José, como dijo en la presentación en el Auditorio Municipal, ha querido trasmitir los recuerdos comunes que comparte con buena parte de los vecinos de su edad. En el libro habla sobre los ilustres paisanos Manuel Nogales Ropero, José García Ávila, Rafael Arjona Moreno, Luciíllo y Felipe Jiménez “Fifirita” y Manuel Pérez, todos ellos “figuras muy importantes para Zagra y que son ejemplos claves para entender nuestro pueblo en la actualidad”. En su trabajo José Pérez también habla sobre la segregación de Zagra y concretamente sobre los pioneros en la lucha de esta reivindicación vecinal.
Pero el autor no solo habla de personas, sino que alude a la naturaleza del pueblo y a los sitios y lugares especiales que tiene Zagra. Dice José que hablar de su pueblo natal es hablar de la higuera, la encina y el olivo. Tres especies que incluso tienen capítulo en el libro. Pero tampoco se olvida de los cortijos y fuentes donde crecieron y vivieron buena parte de los mayores de la localidad. “Estos cortijos son referentes de Zagra” y aunque algunos ya estén destruidos o muy deterioraros gracias a este ejemplar ya son inmortales.
El libro incluye un vocabulario propio de Zagra que casi está olvidado
Quizá lo que más llamó la atención a los jóvenes y no tan jóvenes que adquirieron el libro fue el apartado reservado a juegos antiguos y anécdotas curiosas de zagreños y zagreñas. Algunas ya estaban casi olvidadas y gracias a su trabajo de investigación José Pérez ha conseguido rescatar. Cómo jugaban y cómo se divertían los niños de hace casi cien años dicta mucho de la forma de divertirse en la actualidad. La imaginación por encima de todo, eso sí, cuando el trabajo se lo permitía.
Como curiosidad destacar el capítulo en el que se rescata el vocabulario zagreño con algunas palabras propias que se han mantenido a lo largo de los años.
La alcaldesa de Zagra, Josefa Gámiz, destacó el extraordinario trabajo que su paisano había hecho con la publicación de este libro. “Siempre es positivo que nuestra cultura aflore pero mucho más si además sirve para ensalzar nuestro pueblo”. La alcaldesa se refirió a algunos capítulos como verdaderas “obras de arte, ya que recoge anécdotas y vivencias que casi se habían olvidado con el paso de los años”. El libro ha tenido una gran acogida por parte de los vecinos y de hecho se han vendido todos los ejemplares de los que se disponía y ahora se está a la espera de una segunda edición para satisfacer la demanda de los zagreños que aún no han podido adquirir su ejemplar.
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