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“Lo más gratificante es que gracias a nuestro esfuerzo podemos colaborar con una buena causa y ayudar en la educación de nuestros hijos”. Así de contundentes se muestran este grupo de padres de alumnos del CEIP San Isidro de Húetor Tájar cuando se refieren a su habitual inclusión en el mundo del teatro. Este año ha tocado “Pinocho”, pero a lo largo de los últimos cuatro años han representado obras tan conocidas como “Charlie y la fábrica de chocolate” o “Mary Poppins”, todas ellas, como ha sucedido también este año, con un rotundo éxito de público. Como cada año, todo lo obtenido en las taquillas de la Casa de la Cultura se destina a alguna causa. “Este año hemos querido destinarlo a la mejora del propio centro educativo de nuestros hijos y a mantener el AMPA Tayarat”, así se expresaban Paqui Sánchez, Ana Belén Uceda y Pilar Pérez, tres de las actrices aficionadas que nos presentaron el teatro.

“Siempre intentamos contar historias clásicas y que no pasan de moda para que se pueda entender mejor”, porque no olvidemos que sus propios hijos son los primeros asistentes y los críticos más exigentes. Por eso es complicado, “porque el público cada vez nos pide más y nosotros no podemos decepcionar a nadie”, señalan. “Tiene muchísimo trabajo y muy buenos ratos; compensa absolutamente”, dicen estas madres que han tenido que volver a las aulas varios días a la semana para ensayar esta obra en el propio centro educativo de sus hijos. Con el paso de los ensayos y del estreno de las distintas obras, se ha ido creando un lazo de unión de amistad entre estos actores que incluso traspasa las tablas del teatro. “Empezamos en esto por casualidad ya que nos lo propusieron los maestros de nuestros hijos para cambiar un poco la actuación de Navidad de cada año”. A partir de ahí les picó el gusanillo y bajo la coordinación de Carlos Liñán (que es quien se encarga de la coordinación de guiones y el montaje de las escenas), cada año han perfeccionado más su actuación.

La aceptación de los hueteños es tal, que este año han tenido que ofrecer cuatro pases ya que la demanda se disparó desde el primer momento. “Todos saben que lo hacemos por una buena causa, así que se perdonan los posibles errores que tengamos en el escenario”, reconocen.

Como toda buena compañía de teatro, tras el éxito inaugural, ahora toca compartir su actuación con los pueblos limítrofes y ya se preparan para escenificar “Pinocho” en Villanueva y Montefrío, y quién sabe si los veremos en otros teatros de la provincia.

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